domingo, 27 de septiembre de 2009

ACHIKÉE - LA TIERRA SECA

Por: Antón Vidal Jordán

Comunicar sobre los grandes problemas ecológicos que aquejan al mundo de forma didáctica y divertida es todo un logro, fue así como decidí asistir a la función de teatro del grupo “Palosanto” en donde actúan jóvenes actores dirigidos por el director y dramaturgo peruano Ismael Contreras.

Para entender plenamente la obra debemos ingresar al mundo andino, sus costumbres e idiosincrasia. Así todos los actores interactúan entre la naturaleza y todos los seres vivos que habitan allí.

Serios problemas se sufrían en los campos debido a la sequía, se había alterado el equilibrio ecológico, además la mano del hombre también había influido en este desequilibrio, pues era él quien causaba la contaminación y la deforestación.

Es en este contexto en que aparece la Achikée, o la llamada tierra seca, quien en su intento por no morir, pide la ayuda de las plantas y sus semillas, esta metáfora muestra que cuando llega la sequía, toda la naturaleza corre el riesgo de fenecer.

Resalto la labor pedagógica de la obra, pues muchos de los niños presentes interactúan con los actores, ellos claman por la vida de la naturaleza y defienden a las jóvenes semillas, los protagonistas.

La apariencia senil de Achikée era temporal, pues cuando la lluvia regresa esta se embellece y deja de ser representada por una anciana enferma para convertirse en una bella y saludable joven.

Pero el escoger a Achikée para representar a la tierra seca no es casualidad, hay que recordar que José M. Arguedas recopiló el mito de la bruja Achikée y esta representa a la infertilidad de la tierra.

Esta versión del antiguo mito indígena es la base para recrear los nuevos problemas ecológicos del siglo como la contaminación ambiental, la deforestación, el derroche del agua potable y la indiferencia del hombre ante la decadencia de los valores.

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