L. S. VIGOSTSKY
El paso del hombre por la historia empezó siendo totalmente dependiente de su medio natural y progresivamente llegar a tener relativo control. Lo que posibilitó, la transformación de su medio es su capacidad creadora e imaginativa, propio en el hombre, entendida como la combinación de distintos elementos existentes en la realidad. Esta presente en todos los hombres, en algunos más desarrollados que en otros.
Deben estar presentes ciertas condiciones para su óptimo desarrollo, entre ellas contar con una amplia experiencia en el conocimiento de las cosas y actividades de distinta índole, contar con un medio circundante que genere en la persona un motivo, es decir, que lo mueva a la acción.
En nuestra realidad las personas con mayor posibilidad de desarrollar esta capacidad están en las familias con un alto grado de educación, solvencia económica y clima emocional estable. La imaginación sigue un proceso que va de lo simple a lo complejo, tiene su base en unas ricas y estimulantes experiencias durante la infancia. Los niños mientras mas hayan visto, escuchado y vivido, mientras más conozca y asimile tendrán mayor capacidad de crear e imaginar. Teniendo en cuenta lo dicho, en nuestro país son muchas las familias que por ignorar, niegan el desarrollo natural de la imaginación de nuestros niños, pues un aspecto importante que favorece el desarrollo de esta capacidad es un óptimo clima emocional familiar, algo que no se encuentra en la mayor parte de nuestras familias.
Somos un país con gran demanda de mentes creadoras, de ahí la importancia de la educación en crear las condiciones necesarias que acelere el proceso.
SARITA CHILO MARCACUZCO
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