sábado, 26 de septiembre de 2009

IMPROVISACIÓN EN EL TEATRO

Keith nos cuenta sobre su propia experiencia y las imágenes hipnagógicas, que son imágenes mentales que muchas personas tienen cuando están apunto de quedarse dormidas. La cual aparece de manera espontáneo, se tiene que prestar atención a las imágenes sin verbalizarlas.

El ser humano a medida que va creciendo va disminuyendo su espontaneidad y no es consecuencia de la inevitable edad, sino de la educación. En la educación normal, todo esta diseñado para suprimir la espontaneidad. Keith considera que la creatividad y la imaginación son patrimonio normal de todos los seres humanos, solo hay que darles curso, dejarlas fluir. Pero la mayoría de nosotros esta “bloqueado”. La actitud de Stirling implica que el alumno nunca debe sentir el fracaso, la habilidad del profesor reside en presentar las experiencias de tal manera que el alumno este obligado a triunfar. Si un niño es creativo, lo más probable sea difícil de controlar, pero no es esa razón para sepárales. Aplicar la “no – interferencia” de Stirling hace que el niño pierda el temor al fracaso.

Cuando llegó a entender las técnicas que liberan la creatividad en el improvisador, comenzó a aplicarle en su propio trabajo, todo su trabajo a tenido como objetivo estimular el redescubrimiento de la respuesta imaginativa en el adulto, el reencuentro del poder de la creatividad del niño y desde entonces siempre a dirigido las obras como si fuera totalmente ignorante al respecto, tan solo enfoca cada problema sobre la base del sentido común y trata de encontrar las soluciones más obvias posibles.
Lo primero que se debe hacer frente a un grupo de alumnos es sentarse en el suelo, para desempeñar un status bajo y explicarles que si fallan deben culpar al profesor. Entonces se ríen y se relajan, y les explica que en realidad es obvio que deben culparme a mí, ya que se supone que yo soy el experto.
También se debe entrenar para hacer comentarios positivos y ser lo más directo posible. Decir “bien” en lugar de “basta”. En lugar de visualizar a las personas como “no-talentosas”, las podemos considerar como “fóbicas” y que esto cambia totalmente la relación del profesor con ellas.

Los alumnos utilizaran muchas técnicas para evitar el dolor del fracaso y es por ello que muchos comenzaran la improvisación o una escena de una manera más bien débil, de hecho esta actitud derrotista prácticamente garantiza el fracaso, otro de las estrategia común es anticipar el problema y tratar de solucionar el problema de antemano, se le pide a los alumnos que tomen una postura y actitud tal que se les permita aprender lo más rápido posible, cuando se les enseñe espontaneidad , que no traten de controlar el futuro ni de ganar y que deben tener la cabeza vacía y simplemente observar. Esta decisión de no controlar el futuro es lo que se les permite ser espontáneos en el mundo del teatro de la improvisación.

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