sábado, 26 de septiembre de 2009

LA IMPROVISACIÓN Y EL TEATRO


El maestro inglés Keith Johnstone, autor de la obra “Impro”, narra a través de un lenguaje familiar, cómo esta técnica usada en espectáculos teatrales, se constituye en una magnífica herramienta para la enseñanza escolar. Encuentra en ella un mecanismo para potencializar la capacidad creativa y la expresión de sus más tímidos, torpes y conflictivos participantes. Impro proporciona técnicas para desbloquear.

Es así que parte de experiencias “contrarias” a las planteadas en la educación formal tal como lo manifiesta: “… y se portarán mal en forma ingeniosa”. Presenta situaciones inimaginables con “lisiados” causando un gran revuelo al mostrarlos alegres y deformes. Presenta también el caso de “Betty” como un claro ejemplo de violencia docente, cuando la niña es limitada por su maestra en su percepción de la belleza (en muchos casos los maestros aún mantienen éstas actitudes, frustrando la libertad de expresión en el aula). Por ello reflexionar acerca de las formas de cómo conducir y no destruir los talentos potencialmente escondidos, debe ser una constante en nuestra diaria labor.

La educación persigue la formación de un ser sensible, pero no está totalmente enfocada a expresar los temores, sentimientos y porqué no, lo errores de sus protagonistas, sólo los conduce a la imitación de actitudes.

Johnstone resalta que las potencialidades de muchas personas las valora más, por las acciones que hace que por sus pensamientos, por ello rescata la enorme influencia de su profesor de arte Anthony Stirling, como paradigma en su vida profesional, le enseñó a través de experiencias concretas, descubriendo y activando todos sus sentidos.

La experiencia como profesor en el barrio de Battersea significó para Johnstone un gran reto, por tener a su cargo alumnos calificados por la escuela como los “ineducables”. Los resultados de ésta experiencia fueron impresionantes, consigue atraer el interés de sus alumnos a través de faltas ortográficas; a los niños les importaba hacer lo correcto. Es decir formuló estrategias para permitir aflorar sus expectativas y talentos.
Asumió luego la misión encomendada por la Royal Court Theatre como escritor que fue al inicio una necesidad, para convertirse posteriormente en una satisfacción, junto con su labor de Director teatral; descubriendo así a través de las acciones, su perspectiva teatral.

Realizó talleres usando métodos donde proporciona a sus pupilos diversos enfoques usando el sentido común, la confianza y la espontaneidad, asegurando así el éxito en la actuación. He aquí la trascendencia del saber valorar los trabajos artísticos de cada educando, calificar negativamente toda su creación puede conducirlo a la vivencia de una profunda frustración, sin embargo lograremos explotar sus potencialidades al ofrecerles un clima lleno de libertad, confianza y unas palabras de aliento: bien lo lograste.


Los aportes vivenciales del maestro inglés respecto a la improvisación y su estrecha relación con el teatro y la educación, generan un cambio en las actitudes y formas para enseñar. El impacto registrado en sus protagonistas resulta con logros inesperados, que convierte el acto de la expresión espontánea en un verdadero placer. Así también lo sustenta Viola Spolin que comenzó a desarrollar nuevas formas de enseñar actuación. Se basaba en la simple y poderosa idea de que los niños disfrutarían el proceso de aprendizaje del arte dramático, si éste les era presentado a través de una serie de juegos.


Se puede compilar entonces, que la técnica de la improvisación resulta una experiencia enriquecedora en el campo educativo, porque además comprende otros aspectos como, la participación, la colaboración, establece relaciones cercanas entre maestro y alumno, activa sensaciones auditivas, visuales, motoras, verbales, pero sobre todo brinda el espacio de libertad que reprime un sistema educativo basado en la repetición o imitación.


Finalmente puedo agregar que Jhonstone, brinda las bases teóricas y prácticas que apoyan una maravillosa forma de aprender a enseñar, que comparto como profesional de la educación. Pero asimismo debo enfatizar que el aporte de Stanislavski respecto a “proporcionar circunstancias” según Jhonstone, no desarrollan la experiencia interior en la improvisación y no por ello se debe enterrar otros aportes significativos, del destacado ruso con su método de la “memoria emotiva” para recrear algunas situaciones no vivenciadas por el actor.


Emprender una actitud de cambio para descubrir los talentos es ahora y hacerlo a través del arte requiere de mucha dedicación, entrega y compromiso. Por ello mi tarea empieza con éste simple ejemplo de improvisación narrativa:

“Estábamos en casa, cenando en familia y de pronto se escuchó un grito………………………………………………..(continúa tú la historia)


Gracias Keith Johnstone, Viola Spolin y Konstantín Stanislavski.

LILIA L. BAEZ RODRÍGUEZ

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